martes, 6 de agosto de 2013

La primera vez, las primeras veces


Hoy vuelvo con una entrada a petición de una lectora y que puede servir a padres, madres y educadores.
Cuando hablamos de la primera vez queda bastante claro de qué hablamos. A los adolescentes les preocupa mucho este tema, ya que si no tienen ningún amigo o amiga que les pueda contar algo, no tienen de dónde sacar referencias sobre esta primera experiencia y, escuchando tantos mitos e historias que hay sobre ello, en la mayoría de los casos se creen cosas que no son. Tampoco suele ser una práctica común que los padres o profesores de los y las adolescentes abarquen este tema, por lo que lo más frecuente es que los y las jóvenes busquen información en internet (que ni en la mayoría de los casos es fiable), que hoy en día está al alcance de muchos y muchas.

Tenemos en la cabeza que la primera vez es la primera relación erótica de un sujeto con otro implicando penetración, y penetración vaginal (ya que lo primero que pensamos automáticamente es en una relación heterosexual). Pero también hay que recordar que sujetos homosexuales también tienen su primera vez. Lo vemos como un rito de iniciación que hay que pasar sí o sí para formar parte de la sociedad adulta. Y por eso, como se ve como un paso obligatorio, la preocupación de cómo debe transcurrir ese paso es, cada vez más, motivo de preocupación de los y las adolescentes, y también por este motivo la primera vez no es ni parecida a cómo nos la imaginamos. En educación sexual se contemplan cuatro pilares básicos a tener en cuenta por los protagonistas para que sea una experiencia satisfactoria y agradable:

  • QUIÉN: Es imprescindible saber quién es la persona con la que se quiere compartir esa primera experiencia. Siempre es mejor que sea alguien con quien se tenga confianza.
  • QUÉ: El qué se quiere hacer hay que tenerlo claro desde el primer momento, y también qué no se quiere hacer. No hay que hacer nada que no se quiera o no apetezca por presión de la otra persona, por el hecho de que tus amigxs sí lo hacen o por temor a desilusionar o defraudar a la otra persona. Lo que se haga es cosa de dos y no solo decisión de uno solo.
  • CÓMO: Siempre hay que hacerlo de un modo seguro, y la única manera de que sea así es con el uso de preservativo. Es el único método anticonceptivo que, además de protegernos de embarazos no deseados, nos protege de infecciones de transmisión genital. Y nada del “yo controlo”, “la primera vez es mejor sin preservativo”, “a mí los condones me aprietan” o “los condones quitan sensibilidad y cortan el rollo”.
  • DÓNDE: Aunque parezca que no, el lugar para tener nuestro primer encuentro erótico con otro sujeto influye mucho en la manera en que éste sucede. No es lo mismo estar en un lugar cómodo y donde sepamos que nadie nos va a interrumpir que estar en el primer sitio que encontremos preocupados por si alguien nos descubre.

Si se cumplen estos cuatro pilares, la mayor parte de los temores que se puedan tener estarán más que superados. Pero hay otros temores que siempre están ahí:

-   Chicas: lo que más preocupa a las chicas es si duele, ya que como se supone que se sangra, es porque tiene que doler. Si se está relajada y se disfruta del momento, al excitarse la vagina lubricará y los músculos vaginales no se contraerán, haciendo que el pene entre con facilidad sin que la chica sienta dolor. El sangrado es originado en el caso de que la chica tenga himen y, en el caso de tenerlo, se rompa (no duele), aunque esto puedo no suceder la primera vez que se tengan relaciones con penetración. Además, la preocupación por si los anticonceptivos no funcionen y se puedan quedar embarazadas también está presente, pero si se utilizan correctamente y no hay ningún tipo de problema durante su utilización (por ejemplo, que el preservativo se rompa) no hay de qué preocuparse. Y no hay que hacer cosas disparatadas como utilizar dos preservativos a la vez por creer que es una doble protección (la fricción de los dos preservativos hacen que éstos se rompan). Otra preocupación de las chicas es el CUÁNDO hay que tener esa primera vez. Parece que los expertos tenemos que decir qué día de qué año y a qué hora, pero no es así. Esto debe ser elección de cada uno y cada una, cuando se sientan preparadxs y estén decididxs a que es el momento, y no es igual en todos los sujetos.

-   Chicos: la preocupación de los chicos va por otros derroteros, ya que su principal temor es que el pene no se ponga en erección o que tarden poco en eyacular. Al igual que en el caso de las chicas, si se está en confianza y relajados, se disfrutará del momento y esto favorece a que todo vaya bien.


Tanto las preocupaciones de ellos como las preocupaciones de ellas se pueden superar si se entiende que estando en confianza, tranquilxs, relajadxs y decididxs de lo que se va a hacer saldrá bien y se disfrutará.

Pero también existen otras primeras veces de las que nunca nos damos cuenta y que son también importantes: el primer beso, la primera mirada, las primeras caricias, la primera cita, la primera masturbación, el primer enamoramiento… ¿Por qué no damos importancia a estas primeras veces? Pues porque a lo que la sociedad da importancia es a todo aquello que puede traer consecuencias que no se desean o que estén mal vistas a ojos de la sociedad (embarazos no deseados, ITG’s., edad de las primeras relaciones sexuales…), dando importancia al “riesgo” en vez de dar importancia a la libre expresión de la sexualidad. Claro que hay que tener todo en cuenta, y no consiste en hacer las cosas a lo loco. Con una buena educación sexual de calidad se puede lograr que todo se haga de una forma SATISFACTORIA y RESPONSABLE, y es algo por lo que debemos trabajar.

Os dejo un cortometraje sobre la primera vez de la mano de Sexperimentando. Cualquier duda podéis consultarme en cualquier momento.


Paula Sánchez, Sexóloga

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